miércoles, 28 de junio de 2017

Micro-Relato: Libertad. #Orgullo2017



New York, 28 de junio de 1969.

El oficial arremetió esta vez con más fuerza dejando desvalido a Jerry contra el asfalto. Por la boca de mi "amigo" rebosaba sangre. Yo gritaba, daba patadas al aire, pero no podía hacer nada. Tenía mi cuerpo atado a otro oficial, me estaba lastimando retorciendo mis brazos, dejándome inmóviles.
Todos gritaban y corrían. Era desesperante. No le estábamos haciendo ningún mal a nadie, solo intentábamos estar en un bar donde podíamos ser quienes somos sin miedo.  Ese pequeño escondite que teníamos de la sociedad había sido destruido.
—¡BASTA! Por favor —La voz Lily rompió en llanto cuando vio que el oficial cogió el cuerpo de Jerry del suelo, y con su bastón de "defensa" ofendió la libertad de mi amigo, quien ya no pudo más y cayó.
Lily corrió y sostuvo el cuerpo de Jerry en su regazo. Mis lágrimas surgieron y el pecho me ardió de dolor. Me dolió tanto ver a mi amigo en ese estado que sentí mis piernas flaquear, me contuvo y calme la desesperación.  Cuando el oficial notó que no puse más resistencia fue despegándose de mi cuerpo y dejando mis extremidades libres. Al momento de soltarme me volteó hacia él.
—¡Maricón! —Su ancha y grotesca mano quedó plasmada en mi cara. Con lo débil que estaba mis piernas caí al suelo. Cerré los ojos y entre sollozos deseaba que todo cesara.
—¡David! Levántate ayúdame con Jerry —musitó Lily a mi oído—. Buscarán una patrulla y nos llevaran a todos.
Busqué fuerzas internas y pude levantarme. Entre los dos cogimos el cuerpo de Jerry. ¡Oh, mi Jerry tan frágil y delicado! Lo abracé suave para no lastimar sus heridas y besé la comisura de sus labios.
—¿David? ¿Eres tú? —Sonó apagado.
—Sí, amor, soy yo.
—Nunca me abandones, nuestra relación apenas inicia, y si muero al menos quiero morir a tu lado.
Hice un esfuerzo en coger a Jerry en brazos y llevarlo aún más rápido. En mis brazos parecía un angel, de sus ojos destilaba una hilera de lágrimas y su boca manchada de sangre me sonrió.
—Amor, ¿Qué hay de malo en ser diferente? —preguntó, intentando seguir conmigo.
—Nada, amor, solo que muchas personas no lo entienden.
Lily abrió una puerta de un edificio, corrimos por el pasillo y ella abrió otra. Era su apartamento. Su pareja, Diana, quedó horrorizada al vernos, comenzó a gritar y llorar. Llamó a emergencia.
—Amor, ya vendrá una ambulancia, estarás bien —le decía rozando su rostro.
—Detrás de esta pesadilla de la realidad… estoy soñando, sueño que vamos tú y yo agarrados de la mano, sonriendo, besándonos, demostrando al mundo que existe el amor entre hombres.
Lily y Diana se abrazaron y sollozaban. Parecía un velatorio, yo no lo quería ver así.
—Diana y Lily, mis grandes mujeres que hermosa pareja hacen, háganles saber al mundo que a una mujer no le hace falta un hombre.
Si la ambulancia hubiese llegado unos minutos después mi pequeño Jerry estuviese muerto. Pero su muerte hubiese valido mucho más vidas de las que he visto pasar.


Un año después, fuimos la pareja que él soñó. Íbamos agarrados de la mano, besándonos como él quería, marchando con miles de persona igual que nosotros, con diferentes orientaciones e identidades sexuales. Todos por una misma causa: Libertad. 

"El amor tiene que ser libre y debe de haber protección para las parejas, sean del sexo que sean." 

Gloria Trevi


"Amen sin prejuicios ni miedos"

jueves, 22 de junio de 2017

Reseña "Juan Salvador Gaviota" de Richard Bach

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Ficha Técnica:
Título: Juan Salvador Gaviota.
Título original: Jonathan Livingston Seagull.
Autor: Richard Bach.
Editorial: Javier Vergara Editor S.A.
Género: Relato.
Año publicado: 1983.

Sinopsis

Hay quien obedece sus propias reglas porque se saben en lo cierto; quien experimenta un especial placer en hacer algo bien; quien adivina algo más que lo que sus ojos ven; quien prefiere volar a comprar y comer. Todos ellos harán amistad duradera con Juan Salvador Gaviota. Habrá también quienes volarán con Juan Gaviota por lugares de encanto y aventura, y gozarán como él de una luminosa libertad. Pero para unos y otros será una experiencia que jamás olvidarán.

"Podremos alzarnos sobre nuestra ignorancia, podremos descubrirnos como criaturas de perfección, inteligencia y habilidad. ¡Podremos ser libres! ¡Podremos aprender a volar!"


martes, 6 de junio de 2017

¡SORTEO!


Estoy sorteando un libro, en conjunto con mi bella amiga, Kristina del canal de youtube Bookscatcher. Estamos tan felices de alcanzar los 100 seguidores o suscriptores que ella regalará un libro, y yo otro. Lamentablemente solo es un sorteo nacional.

El libro que estoy sorteando es "La Princesa que creía en los cuentos de Hadas" de Marcia Grad.

Los pasos para participar son:
1. Seguir el blog.
2. Seguir el canal Kristina Bookscatcher
3. Comentar "Participando" para yo saber que lo estas haciendo.
Sí, super facil.

La fecha de cierre del sorteo es 20 de Junio.

Gracias mis amores, por seguirme, por siempre leerme, por comentar, por todo. Gracias infinitas.

jueves, 1 de junio de 2017

Reseña "La Canción de Aquiles" de Madeline Miller



Ficha Técnica:
Título: La Canción de Aquiles.
Título original: The Song of Achilles.
Autor: Madeline Miller.
Editorial: Suma.
Género: Histórico.
Año publicado: 2011.

Sinopsis



El joven príncipe Patroclo mata por accidente a un muchacho. Repudiado por su padre, es
exiliado al reino de Ftía, donde lo acoge el rey Peleo, un hombre bendecido por los dioses,
inteligente, apuesto, valiente y reconocido por su piedad. Tanto que se le concedió el más
alto honor, la posibilidad de engendrar un hijo con una diosa: Aquiles. Aquiles es fuerte,
noble, luminoso. Patroclo no puede evitar admirar hasta el último de sus gestos; su belleza
y perfección hacen que sea incapaz de contemplarlo sin una punzada de dolor. Por eso no
se explica que Aquiles lo escoja como hermano de armas, un puesto de la más alta estima
que lo unirá a él por lazos de sangre y lealtad, pero también de amor. Así emprenden
juntos el camino de la vida, compartiendo cada instante, cada experiencia, cada
aprendizaje y preparándose para el cumplimiento de una profecía: el destino de Aquiles
como mejor guerrero de su generación. Especializada en cultura clásica, Madeline Miller
acomete una relectura del mito de Troya, demostrando su plena actualidad y vigencia.
Todos los elementos que tan familiares nos resultan y que forman una parte tan esencial de
nuestra cultura tienen cabida en ella: la belleza de Helena, la fuerza de Áyax, la astucia de
Ulises, la nobleza de Héctor, el sacrificio de Ifigenia, la obstinación de Agamenón... Y, sin
embargo, toman una nueva dimensión, moderna y actual, en un estilo tan firme y fluido,
desarrollando una trama tan inteligente y bien perfilada que resulta imposible abandonar su
lectura ya desde la primera página.

Opinión


De primera me encantó la prosa de Madeline Miller, me enamoró con cada palabra. ¡Dios! Cómo describía cada escena, o cualquier cosa; simplemente perfecta atrapadora. Embellecía todo, no pueda dejar de decir que me encantó. Me vi muy reflejado en Patroclo, me enamoré de él, y en cierta parte también me enamoré de mí. No es la típica historia gay, donde sufren o no se aceptan; no, es tan realista, tan cautivadora. Me gusta mucho que no hace explícitas las escenas de sexo, me encantó eso. En cuanto a Aquiles, pensé que se negaría al amor de Patroclo, pero no. ¡Dios Mío! Todo es perfecto.

Creo que no hay spoilers en este libro, pues, todos conocemos la historia. No diré nada. Yo me lo veía venir, sin embargo el final es desgarrador. La parte de los diez años de la guerra se me hace un poquito tediosa, porque siento que la historia de amor de Aquiles y Patroclo se esta apagando, pero en el final se ve que su amor siempre estuvo latente.

Tetis, la madre de Aquiles, una nereida sabelotodo a quién odiaras en gran parte del libro, al final termina siendo una heroína. La amé.

Son tantas cosas que quiero decir, pero le quitaré el sentido a la cosa, mejor léelo. Es lo mejor que he leído en mucho tiempo.

Gracias Madeline Miller, por este hermoso libro, me arrebataste el corazón y los sentidos.

🌟🌟🌟🌟🌟



martes, 16 de mayo de 2017

Book Tag de Harry Potter

Este Book Tag me pareció muy genial, porque es de Harry Potter, y todo lo que salga de Harry Potter me encanta. Fui nominado por Lana Fry ahora vamos con las respuestas.


1. La nariz del señor tenebroso, o sea, Voldi

Un libro que haya desaparecido.



No sé si mi hermana lo prestó, o yo lo presté y no lo devolvieron nunca. En fin, desaparecido como la nariz de Voldi XD

2. La varita de Bellatrix

Libro recomendado por giro argumental.





¡Dios mío! Esta saga tiene muchos giros argumentales, pero a pesar de todos los giros es demasiado buena. Y muy diferente a la serie televisiva.

3. Dementores
Libros que te robaron la felicidad.


Sin duda alguna, John Green supo robarse mi felicidad en este libro. De verdad, y no es por parecer loco o por como estuvo de moda, pero este libro fue tan significativo para mí.


4. Crucio

Un libro que fue una tortura leer.


No tengo nada en contra de esta saga, en realidad me encantó, pero este libro fue un enredo. Tuve que releer varios párrafos, y fue una tortura de verdad.

5. Avada Kedavra

Libros que matarías por tener firmado por el autor.


La mejor trilogía del mundo, forever and ever hahaha

6. La cicatriz del niño que sobrevivió.

Un libro que hayas dejado y que te hayan devuelto en mal estado.


Se lo presté a una amiga y me lo devolvió doblado, y ni siquiera lo he terminado de leer. Lo tengo sobre mi mesa esperándome, pero trate de remediarlo y no pude.

7 Horrocruxes

Nomina a 7 personas.

-Y todos los que están comenzando, aquí tienen un buen material.

Besos mis amores. Gracias por leer.






martes, 9 de mayo de 2017

Inicio de Sombras Azules

Amores de mi vida, esto es sólo el inicio de una de mis obras la cual amo mucho y espero que la consientan y apoyen.
La Literatura sigue siendo literatura sin importar de que se trate, claro tratando los temas de la mejor forma.



Todo ocurrió muy rápido, tan rápido que no le presté atención, o simplemente no quería adentrar en el tema o tenía miedo de saber qué pasaría si todo el mundo supiera quien soy realmente. En fin, desde pequeño no me sentía «normal» no encajaba con los chicos, sólo tenía amigas. La pubertad dio inicio a que los demás chicos se hicieran más varoniles, fornidos, todos unos hombres de pelo en pecho. Sin embargo, yo sólo tenía granos y continuaba viendo a las chicas como unas amigas, sin ningún pensamiento morboso causado por las hormonas; las cuales estallan y explotan queriendo hacerte saber lo placentero que puede ser, por mínimo que sea besar a una chica, tanto así que creaba incomodas erecciones en mis amigos. En mí no causaba ningún efecto. Disimulaba cualquier inclinación a ambos sexos, pensaba que no era el momento de estar con alguien, me preocupaba por cosas como estudiar o estar relajado en una playa disfrutando del sol.
En la adolescencia media, cuando ya tenía yo quince años, conocí a Harper, quien me aventó y me abrió los ojos, y me hizo saber quién era exactamente y que eso no importaba, y mucho menos llevar un letrero en la frente que diga: SOY GAY. No, ella me hizo saber que eso está bien, hizo que disfrutara de mi sexualidad, porque no lo decidí, porque nadie lo decide, porque con ello se nace y con ello se muere, y debemos estar orgullosos de serlo; debe ser una razón más para vivir, pero primero que nada debe ser «normal» porque son tus gustos, tus preferencias, tu vida, y para algo la tienes, para vivirla y no encerrado en un armario donde no puedes ser quien eres, o donde debes fingir delante de tus familiares y amigos para poder estar bien con ellos. Yo nunca fingí ser un chico heterosexual, y ahora tampoco estoy fingiendo ser gay, sólo estoy siendo yo, otro chico más.

Harper antes de vivir en mi ciudad, vivía en una ciudad mucho más grande, con mucho más gente, y donde a nadie le importa cómo vistes, con quien sales o con quien te besas. Siempre he querido vivir en ese tipo de lugares, donde se puede ser realmente libre, sin tabúes, sin prejuicios. Pero por algo nací en un lugar más pequeño, donde aprendí que por ser gay no es obligación comportarse de manera extravagante o lanzando miradas lascivas a los hombres, esperando un puñetazo de cualquier hetero, y en cuanto a la forma de ser extravagante, en realidad no tengo ningún problema con eso, sólo que siempre estará una sociedad que nos discrimine por ser tú mismo.

El año pasado fui a mi primera marcha gay, la primera marcha gay de la ciudad. Todos celebraban, señoras de edad salieron a las calles con la bandera del arcoíris demostrando sus apoyos. ¡Qué tiempos aquellos! Donde yo evite siempre descubrirme por miedo a una sociedad retrograda, pero los años van pasando y todo va cambiando a su paso.
Harper me abrazó fuerte y alzó la bandera llena de alegría y colores, no pude contenerme y la última lágrima reprimida de mis adolescencia se escapa, para dar cabida a una nueva vida; una vida colorida.
—¿Recuerdas todavía cómo mirabas a ese chico en el bar? —preguntó Harper.
Asentí limpiándome la lágrima.
—Yo te observaba, deseando que ese chico viera que puede hallar amor con otra persona sin importar el sexo o el género, pero primero quería que aprendieras amarte a ti mismo —susurró cerca de mi oído. La algarabía de la comunidad orgullosa era sorprendente y a la vez ensordecedora.
—Y lo hago, eso es lo que realmente importa.
Antes de salir esa tarde a la marcha, tuve la conversación que ningún chico con iguales preferencias sexuales a las mías quisiera tener: confesarle a sus padres —en mi caso a mi madre— que sus gustos son diferentes. Ocurrió a la hora del mediodía, después del almuerzo, mi madre terminó de tomarse el resto de agua que quedaba en su vaso y suspiró quedando satisfecha.
—Mamá, hay algo que tengo que decirte —susurré, la voz estaba a punto de quebrarse.
—¿Qué paso, Eric? ¿Otra vez Edward?
—No, mamá, ya mi hermano no me molesta… —Hice una pausa, y sostuve la voz— Mamá, soy gay, me gustan los chicos.
—Hijo, no hay nada porque preocuparse, siempre lo he sabido y no era necesario que me lo confesaras, eres una persona que puede amar a cualquier otra.
Me cubrió con sus brazos y besó mi frente, no era el beso que acostumbraba a darme, se sentía diferente, se sentía acogedor y protector. Después de esa charla salí con la cabeza en alto, orgulloso de mí mismo.
Pasado un año tuve varias ilusiones con chicos que nunca llegaron a pasar, pero yo era feliz con el simple hecho de imaginar cómo serían nuestras vidas juntas. Hasta que un día dejé de pensar y esperar a que pasaran esas cosas, quería ir por ellas, saber cómo se siente llamar a un chico novio o presentarlo a tus amigos como tu novio, sin importar nada, pero no he podido lograrlo, prefieren algo a escondidas o sólo un sexo ocasional.
Y empecé a perder las esperanzas, y comencé a estar conforme conmigo mismo, a saber que no necesitaba a nadie para ser feliz, que podían existir amigos que no llenaban ese espacio que uno guarda para alguien, pero si se preocupan y te quieren como no puedes imaginarlo.
En todo ese camino de mi corta edad, recobre las esperanzas y guarde ese espacio en mi corazón para alguien especial que se lo merezca y sepa cuidar de él, porque cuando esa persona me encuentre la amaré sin miedos y con toda la intensidad del mundo.

Puedes terminar de leer comprando el libro en Amazon.

viernes, 5 de mayo de 2017

Iniciativa International Bloggers

¡Hola a todos!

Vengo con otra iniciativa que me será muy útil para mí y espero contar con su apoyo.

International Bloggers es una iniciativa que apoya y ayuda a blogs pequeños que están comenzando (como lo es mi caso), a crecer y surgir. Uno de las cosas que me gustó es que debes tener menos de 500 seguidores, y yo no tengo ni 100 jajaja

Opino creó está iniciativa, es un blog literario muy bueno. La administradora del blog te explica una serie de pasos para participar en la iniciativa.


jueves, 4 de mayo de 2017

Reseña "Los chicos de alquiler no lloran"



Ficha Técnica:

Título: Los chicos de alquiler no lloran.
Título original: Enchanted Youth
Autor: Richie McMullen
Editor: EGALES. EDITORIAL GAI Y LESBIANA (2001)
Género: Drama

Sinopsis


Corre el año 1958 y Richie. de quince años de edad, se escapa de su hogar en Liverpool para dirigirse a Londres. una vez allí descubre un mundo de chaperos, explotados por las bandas locales pero capaces de ofrecerse consuelo y apoyo unos a otros. El autor nos narra la agitada vida del Soho en los años del rock & roll y el amor por un chico de su misma edad. de buena familia. cuando los padres de éste deciden enviarlo a Singapur, Richie se alista en la marina mercante comenzando así la búsqueda de su amigo. Esta historia no es sólo la fuga de Richie McMullen, sino un viaje de la prostitución al amor.

Mi Opinión



Es uno de mis libros favoritos, cuando empecé a leer me atrapó de tal punto que no podía dejarlo. No sé, si me sentí caracterizado por ser gay, nunca he sido prostituto pero me encantó. Lo recomiendo mucho, todos pueden leerlo. No me quiero extender, no quiero darles spoilers, y de paso que lo leí hace mucho tiempo, pero mi amor sigue siendo el mismo hacia el.

🚬🚬🚬🚬🚬



miércoles, 3 de mayo de 2017

Iniciativa Seamos Seguidores

¡Hola, mis amores!


Vi en varios blogs literarios esta iniciativa, en la cual consiste en apoyarse mutuamente e ir creciendo, y yo que estoy empezando quisiera su apoyo.

Básicamente es seguir blogs literarios y estos tendrán que seguirte de vuelta.

La creadora de la iniciativa ¿Dónde está mi lápiz?: "Crear una pequeña comunidad de blogs que se conozcan y colaboren entre sí".

Si quieres colaborar en esta iniciativa tienes que seguir los siguientes pasos:

1. Seguir mi blog
2. Dejar el enlace a vuestro blog en los comentarios de esta entrada
3. Realizar en vuestro blog una entrada como esta explicando en que consiste la iniciativa y que vais a participar en ella

4. Añadir la imagen de la iniciativa en vuestro blog

http://dondestamilapiz.blogspot.com.es/p/blog-page_18.html

domingo, 30 de abril de 2017

Book Tag: Arepa Literaria


¡Hola, chicos! Haré un Book Tag creado por la comunidad de Booktubers venezolanos, quienes van creciendo cada vez más. Un tag muy original, y yo por ser venezolano también lo haré.

¡Comencemos!

Arepa Quemada (Libro con fuego en la portada)


Sé que no es la portada original, pero está es la portada que yo tengo.

Arepa Viuda (Libro que le faltó contenido)


El final de este libro siento que le faltó algo. Alaska murió y ya, sólo eso. Me gustó mucho, de verdad, mi personaje favorito fue Alaska.
PD: Ella fumaba, yo también fumo.

Arepa pelúa (libro con la trama complicada).


Los tres primeros libros chévere, pero en este punto la trama se descontrola. Surgen nuevos personajes, cada uno con subtramas diferentes, y todo se estaba desviando de la trama principal.

Arepa Reina Pepiada (Libro con monarquía)




Arepa dulce (libro cursi)


Arepa Frita (Libro con dorado en la portada)


Arepa con Queso (Libro devorado rápidamente)


¡Besos y abrazos! Gracias por leer.





martes, 25 de abril de 2017

El Ávila... Fragmento de mi nueva obra.


El Ávila; el pulmón de Caracas, como de costumbre, inhalando dióxido de carbono y exhalando oxígeno puro para todos los citadinos de esta majestuosa cosmópolis. Cada vez se le hace más difícil a este parque realizar la fotosíntesis, pero a pesar de todo el bullicio que desborda la ciudad, el Ávila promete una paz espiritual capaz de purificar el alma con un respiro.
Uno de los habitantes subía buscando un respiro de paz. Trotando cuesta arriba, con su rostro cargado de gotas de sudor. Se detuvo y apoyo sus manos en las rodillas; descansando.
Julio, un muchacho de complexión delgada y estatura baja. Cada fin de semana, después de una ardua semana laboriosa, escalaba la montaña a paso firme y decidido.
Hizo una pausa, recuperando aliento y tomando algo de agua. Ya iba a media colina. Escuchó unas risas, sintió curiosidad. Julio siempre ha escuchado comentarios de sus amigos que a esta famosa montaña suben jóvenes a practicar Cruising, con lo cual él estaba muy en desacuerdo, porque podía ser un joven gay, pero tenía que respetar un lugar público.
¿Cómo a alguien le causa tanto morbo estar exponiendo su vida, bueno su reputación teniendo sexo en un lugar tan frecuentado como el Ávila? Es de locos.
Pensaba mientras inhalaba y exhalaba, pero él era un voyerista innato. Siguió las risas y las pisadas hasta llegar a uno escuchar nada, sólo el silencio. Y luego, un sonido rápido y seco, el sonido del cierra de un pantalón. Se escabulló en el follaje, y se acercó un poco más, casi no podía caminar con las piernas flexionadas. Llegó al punto donde pudo observar algo, la parte baja de un muchacho, que estaba parado, quieto, esperando a que el otro chico con sus piernas flexionadas sin temor a que los viesen le hiciera una felación.
El pasivo ya estaba haciendo de lo suyo, de lo que más sabe, de lo que le gusta. Mientras el otro chico, el activo, continuaba inmóvil, con solo pequeños jadeos para no ser escuchados. Pero el voyerista Julio, quería verle la cara al activo. Movió unos ramales y pudo divisar con toda la claridad del mundo y con su buena vista como este chico ahogaba los jadeos. Julio también tuvo que ahogar un jadeo; un jadeo y quedó desconcertado y estupefacto al ver que el otro chico era Fernando…, su novio.

lunes, 24 de abril de 2017

Reseña "Aristóteles y Dante descubren los Secretos del Universo" de Benjamin Alire Sáenz


Ficha técnica
Título: Aristóteles y Dante descubren los secretos del universo                                
Autor: Benjamin Alire Sáenz
Editorial: Planeta
Páginas : 328.

Sinopsis

Aristóteles es introvertido y tímido. Dante es transparente y expresivo. Por motivos que parecen escapar a toda razón, estos dos chicos de diecisiete años se encuentran y construyen una amistad entrañable que les permitirá redefinir el mundo del otro y aprender a creer en ellos mismos para descubrir los secretos del universo. El escritor multipremiado, Benjamín Alire Saenz, explora la lealtad y la confianza entre dos jóvenes que están aprendiendo a ser adultos en un escenario fronterizo tan mexicano como estadounidense. Juntos deberán crecer al mismo tiempo en que se adaptan a una sociedad que también esta búsqueda, identidad. Ocultar resumen completo.

Mi opinión

Es un libro super divertido y rápido de leer, en el titulo se ve claramente que el libro traerá consigo ciertas maneras filosoficas de ver la vida, eso fue algo que me gusto, el como Ari y Dante veían las cosas.

Aunque el personaje de Ari era algo apático, Dante por otra parte era todo lo contrario se complementaban. Ha sido uno de mis libros favoritos. No quiero contarte toda la historia, sólo te recomiendo de todo corazón que lo leas, yo lo leí sin saber de que se trataba y me ha encantado. 

Sólo leelo.

miércoles, 15 de marzo de 2017

Tras vestidores.

Imagen relacionada

Puedes ver quién realmente soy, pero sólo lo que ves no es lo que soy. Yo voy más allá de mi propio ser, soy todo lo que quiero llegar a ser. Una mujer, un hombre, una persona; con defectos y virtudes, con amor y odio; con sueños y esperanzas; también con tragedias y desgracias. Con un pasado que me llevó a este presente, y con un futuro que está por llegar.

sábado, 11 de febrero de 2017

Capítulo 3 de Sombras Azules

—¡CEDRIC! —Di un sobresalto y desperté a Harper. Ella me miró y siguió durmiendo. Sus ojos azules rondaban en mi mente una vez más, su ondulado cabello negro, su piel blanca y su poca poblada barba. ¡Oh, Cedric! Suspiraba mientras lo recordaba. ¿Por qué no pude quedarme un momento más contigo? Mi chaqueta aun olía a cerveza y lo mejor, olía a él. No era su perfume, era él. Pero en mi boca aún estaba presente el sabor de los labios de Leo, no quería recordar ese momento. Yo, besándome, con Leo, el primate, ¿En qué pensaba? Maldita sea. Tenía que besarme era con Cedric. Todo es culpa de Leo.
Harper dormía a todas anchas con la boca abierta, desprendía un hedor; Vodka ligado con cigarrillos. ¡PUAJ!. Roncaba fortísimo, pensaba que sus pulmones estallarían.
—Harper... —dije aun con sueño, tocando su hombro.
—Eh... duerme —respondió dormida.
—Harper, levántate.
—¿Qué hora es? —preguntó tratando de levantarse.
—11:43 AM
—¡NO ME JODAS! —exclamó con alboroto.
—Pues sí. Ven, tengo sed.
Fuimos a la cocina. Ella abrió la heladera y me sirvió un vaso de agua. Seguido ella fue a preparar la cafetera mientras encendía un cigarrillo. El olor a café con cigarro empezó a aromatizar la cocina, me sentí como en casa. Harper sirvió en dos tazas de porcelana blanca café y le agregó leche.
—¿Y qué pasó anoche?
—Muchas cosas, Harper. Muchas, una de ellas fue que... Leo me besó.
Harper quedó petrificada. Dejó caer su taza de café con leche en la encimera. Sólo me veía con sus grandes ojos color miel, llevó su cigarrillo a la boca, tomó una gran bocanada de humo y dejó expulsar por los labios y, también por la nariz. Me miraba buscando respuestas. Sus ojos perdidos me lo decían todo.
—No sé cómo ocurrió, pero me besó, obviamente no me avisó, de menos no le hubiese avisado para pegarle un puñetazo. Pero lo peor fue que yo le correspondí, creo que era porque estaba borracho.
—¡ERIC! —gritó —. Con los primates no, no te lo permito.
—Mi querida Harper, no puedes decirme nada al respecto, tú no estabas ahí para mí, pero yo si estuve cuando Patrick trató de sobrepasarse contigo, y tú sí que le correspondías a sus besos.
—¡Asco! —dijo frunciendo sus labios.
Empezamos a reír a carcajadas.
—Con sólo pensarlo, me dan nauseas, ¿secreto incontable? —dijo tendiéndome su dedo meñique.
—Creo que deberíamos hacer un pacto de sangre —bromee.
Harper ingresó al cuarto de baño. Yo escuchaba música en MTV a todo volumen y cantaba a todo pulmón, pero podía escuchar la regadera. Yo no tenía ropa. No podía bañarme, sólo me quite la chaqueta bañada en cerveza y me quede con la camiseta negra.
Emergió, cambiada de ropa y con otra aura. Era la Harper que solía ver más a menudo. Llevaba un jean oscuro ajustado, una camiseta holgada blanca que le hacía ver su abdomen, unas converses negras, su cabello suelto, libre como ella. Y, un labial con un tono oscuro que ahorita no recuerdo su nombre, pero ella en algún momento me nombro.
—Vamos, papá ha dejado el Corvette en el garaje.
—Oh, genial, no sabes lo que me encanta salir en ese auto.
El coche era de un color azul rey que me enloquecía. Harper sabía lo mucho que me gustaba y en cuanto su padre lo dejaba ella iba a buscarme; vagábamos en la ciudad, la acompañaba a comprar cigarrillos o comida. Ella pidió que le incrustaran un cenicero para no tener que dejar cenizas esparcidas en el auto, sino su padre la mataba. Era completamente adorable ese coche.
Harper encendió otro cigarro antes de conducir, no me molestaba que ella lo hiciera. Que fumara siempre delante de mí, más bien me agradaba el olor. Nunca he fumado, nada. Quizá lo haga alguna vez, sólo para saber que se siente.
—¿Qué más pasó anoche? ¿Y qué tiene tu chaqueta? —preguntaba mientras conducía.
Lo había olvidado por completo.
—Un chico derramó su cerveza en mi chaqueta...
—¿Quién ha sido el imbécil?
—Su nombre es Cedric y, me ha dado una cerveza para disculparse.
—Qué acto tan patético —Listo, volvió a ser Harper.
—Harper, por favor, es lindo —protesté defendiéndolo.
—Bueno, al menos te ha dado una cerveza y no un beso como el otro infeliz.
Me quede callado. Pensando que, hubiese sido mejor que él me diera el beso y no el estúpido de Leo. Miré al vacío a través de la ventanilla, ahogando mis palabras, Harper sigue fumando.
BEEP
Notificación de Facebook.
Nueva Solicitud de Amistad.
Cedric Breeze.
¿Aceptar o Declinar?
Reviso primero su perfil. Y sí, es él mismo. Los mismos ojos azul claro, que tanto me gustan y me hacen saltar hasta exaltarme en mi interior. Acepté de una vez la solicitud del pelinegro. Abrí la mensajería, pero me abstengo a escribirle. Apago la pantalla del móvil y lo dejo caer en mis piernas.
BEEP
Mensaje de Cedric Breeze.
—Hola, me disculpas por lo de anoche, le debo una chaqueta nueva.
Mis entrañas explotan de la conmoción, me las trago tratando de no gritar.
No quiero que Harper lo sepa, no quiero que nadie lo sepa. Las cosas son mejores así.
—Hola, tranquilo, me has pagado con una cerveza ¿recuerdas?
—Sí, lo recuerdo muy bien, ¿Qué tal si la termino de pagar con otras cervezas?
Está loco. No quiero beber por un largo tiempo, mi sistema inmunológico no me lo permitirá jamás.
—Créeme que, de verdad no quiero beber, lo siento.
—Está bien, un café no me lo negarás.
Un café, tal vez.
—Esta tarde en el malecón. En serio, lo quiero conocer.
—Okay, a las 5:00 PM, en el malecón.
—Feliz tarde, y está bien que no quiera seguir bebiendo después de lo ocurrido anoche. Cuídese de su amigo.
No quise responder a ese mensaje, me recosté del asiento, cerré los ojos y llegamos a casa. Ya era hora, quería dormir en mi cama. Dormir en una cama diferente no se siente igual que la tuya, no concilias tener un sueño perfecto.
Despedí a Harper con un beso en la mejilla, ella arrancó y se fue a donde nunca nadie la viese.
Mamá cocinaba. Fui directo a mi habitación, no tenía hambre sólo cansancio. Me recosté en la cama, Blue estaba a un lado, me arrimé a su calidez. Sentía como su ronroneo retumbaba en mis oídos, sentía paz; paz interior. Muy pocas veces tenía esa sensación. La disfrute.
3:53 PM
¡Oh, por Dios! Me había quedado dormido. Si no es por los rayos de sol, que se cuelan por la rendija de ventana sigo dormido junto a Blue. Él se cubría con sus patas ocultándose de la luz.
Abrí la regadera. El agua estaba tibia, odiaba el agua tibia, en ese momento necesitaba agua fría, como un témpano de hielo, que me desgarre estos estúpidos pensamientos de mi estúpida mente. Todo se revolvía, una y otra vez, no paraba. Finalmente el agua tibia cesó y seguido cayó el agua fría en mi cuerpo, mi cabeza empezó a liberarse, a soltar esos recuerdos.
Lo único que no pudo librarme la desgarradora ducha fue a Cedric. No podía dejar de pensar en él, no sabría cómo reaccionar delante de él, no quería estar nervioso, porque si estaba nervioso estaría también torpe y no quiero quedar como un estúpido, tratando sólo de conocer a alguien.
A quien quiero engañar, yo soy un estúpido, esa es mi naturaleza. Ser estúpido es mi lema, y lo llevo tatuado con letras negritas en mi frente.
Estalló una repentina lluvia, se escuchaban fuertes descargas eléctricas. Mis planes se habían arruinado. Mi vida era un completo desastre. Respire hondo, suspiré dejando escapar un suave silbido que me tranquilizó por completo. La paz volvió a mí.
Me quite la franelilla color mostaza que tanto me gustaba para colocarme un suéter gris. Mi único suéter. Estaba tejido, y era un tejido muy grueso que me protegía del frío, no hacía falta colocarme otro.
Cepillé mis dientes mientras me miraba en el espejo, estaba sucio pero no me importaba. Mi piel cambiaba a ser más blanca de lo normal y eso hace que resalten mis tres lunares: uno cerca del ojo izquierdo, otro a un costado de mi pequeña nariz y, el último en mi cuello.
El único momento en el que me miraba al espejo, era cuando cepillaba mis dientes. Odiaba ver mi reflejo. Mis ojos marrones oscuro, hubiese preferido tenerlos negros. Mi pequeña y flacucha nariz. Y, mis pálidos labios.
No comprendo cómo hay tanta gente vanidosa, que le gusta pararse y ver su reflejo, deben comprender que sólo verán su reflejo externo, ¿y el interno? Bueno, quizá este podrido, a tal punto de tener gusanos.
La lluvia no quería cesar y yo empecé a desesperarme.
Piensa, piensa, piensa...
Ya. El directorio telefónico, ahí debe haber el número de un taxista.
La pequeña agenda de mamá estaba en la cocina, junto con el recetario que nunca utiliza. Rebusque rápidamente. Empezaba a sudar, y nadie quiere llegar sudado a una cita.
Ya.
Lo encontré.
Marqué, y empiezan los repiques, seguido me manda a la contestadora.
Remarqué el número.
No aguantaba.
Buenas tardes, dígame.
Señor Carlos, necesito de su servicio.
—¿Dónde se encuentra, hombre? —Su voz era muy peculiar, tenía un acento vaquero.
Calle 8ª diagonal a la Avenida Western, Suburbio W.C.
—Ya estoy camino allá, no me demoro.
Okay, gracias.
Esperé impaciente en la sala. Escuché la bocina del taxi, y salí.
Nada, ni nadie me detiene.
Finalmente llegué al malecón. La cafetería Vincent era la única del boulevard; sus mesas y sillas blancas, con manteles beige, en las afueras era lo mejor. Pensé que no podía tomar el café en sus afueras a causa de la lluvia, pero han sacado grandes sombrillas de rayas rojas y blancas, que cubrían perfectamente el exterior de la tienda. Ya sólo quedaba una llovizna. Empezaba a aclararse el cielo gris, todo comenzaba a cobrar vida. El cielo se tornó de azul, y luego saltaron destellos naranjas. La puesta de sol eliminaba poco a poco el tono azulado del firmamento.
Pero, encontré otro azul, y era igual de hermoso que el cielo por la mañana.
Cedric levantó la vista del viejo libro que llevaba en sus manos, apoyadas a la mesa blanca. Pude divisar que leían sus finos labios. La Importancia de llamarse Ernesto, escrita por Oscar Wilde.
Me miró, seguido me regaló una sonrisa ladeada y volvió a clavar sus ojos azulados en la lectura.
Tomé asiento y coloqué mis manos y el móvil en la mesa.
Vacilé en un instante. No sabía qué decir.
—Hola... —dijo sólo eso. Me sorprendió, y me he quedado sin habla.
Hubo una breve pausa entre nosotros, sólo nos mirábamos.
— ¿Qué desea tomar? —preguntó el mesero, que se acercó a nuestra mesa.
—Supongo que un café ¿no? Mocaccino, por favor.
—Qué bueno que le guste esa extraña y deliciosa combinación entre café y chocolate. Yo pediré un cappuccino.
—Sólo tenemos mocaccino —dijo el mesero disculpándose.
Y, ahí estábamos, sentados, mirándonos, tomando mocaccino, aunque él quisiese cappuccino, pero la liga perfecta entre café y chocolate era delicioso, para mí y para él.
Sus fuertes manos tomaban con delicadeza la frágil taza de café con decoraciones doradas en el asa. Y tras un sorbo susurró.
—Entonces, ¿a qué te dedicas? —Hizo la estúpida pregunta de siempre. Por dentro empezaba a decepcionarme, pero qué tanto, responderé.
—Estudio psicología clínica, en el Weston College.
No intentaba sorprenderlo diciendo lo mucho que me gustaba mi carrera.
Y de igual forma, él no se sorprendió al escucharla.
Di un pequeño sorbo a mi café.
—Qué bueno, yo trabajo, ya estudié lo suficiente para estar con veinticuatro años, todavía estudiando.
—Nunca se es tarde para lo que en realidad se quiere —dije tratando de sonar filosófico.
—Eso... es totalmente falso y la vez verdadero. Sí, es algo contradictorio. ¿Qué pasa? que las personas se cansan; se cansan de hacer siempre lo mismo, leer los mismos libros, debatir los mismos temas. Llega un punto donde quieres variar. Lo haces. Luego que dejaste de hacer lo que pensabas que te gustaba, pero te terminó disgustando, consigues hacer algo que en realidad te gusta, hasta que ya no te gusta y vuelves a variar. Claro, se puede terminar una carrera universitaria y realizar otra, pero si no te gusta lo que estudias, simplemente varía, haz cambiar tu vida por algo que quizá no te termine gustando como pensabas o puede que si te guste.
—¿En ese caso, se podría estudiar o hacer algo que no te guste y a la final termine gustando? —expuse un punto de vista esperando a que él respondiera.
—Es válido, tan válido que podría ser lo que terminarás haciendo el resto de tu vida, pero lo más importante, te gusta.
—En estos momentos no estoy confundido con respecto a lo que me gusta o a lo que no me gusta, pero creo que si me gusta mi carrera, y me he propuesto terminarla.
—Pues termínela. Cumpla todas sus metas propuestas.
Sus cabellos se agitaban con el viento. Danzaban en su rostro y le hacían notar más sus grandes ojos azules.
Se acabó el café. Y al parecer la cita.
Ya era de noche.
Y la luna nos iluminó, y algo entre nosotros surgió.
Un beso.
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